viernes, 30 de diciembre de 2011

Capítulo 7. Monumentos, monumentos everywhere.

Son las 11 de la mañana, ayer nada mas bajar del coche mis padres empezaron a acribillarme a preguntas y yo no les respondí, obvio.
-Mamá, me voy a dar una vuelta a la playa a las 2 estoy aquí, adiós.
-Adiós pero ya sabes a las 2, ni un minuto más.
-Que sí, venga adiós-.Y dicho esto cerré al puerta de un portazo.
Que calor hace hoy. Me voy a dar un baño y a meditar que hace un poco de falta. Me meto en el agua sin que me cubra mucho  y me alejo de la gente aunque parezca un poco solitaria.
Haber empecemos.Por qué esta con su novia/rollo/otra y después me hace crear ilusiones, que se cree, que no tengo sentimientos. Yo lo que tengo claro es que no voy a ser ''otra'' seré yo, lo dije, lo digo y lo diré siempre, en amor se basa en la confianza y para que haya confianza, tiene que haber sinceridad y no puedes cambiar por una persona, mentirle, ser lo que no eres, enamorarla y después volver a ser como eras al principio. Si haces eso, al final todo se destruye. Aunque hay veces que debemos mentir; pero éste no será el caso. No me engancharé.
De repente escucho un grito de un chico, muy bien por cierto, desde la orilla a otro que esta a pocos metros de mi, que aún está mejor.
-¡Adri!¡Adri! - Grita el chico de la orilla.
-¡Qué!- Grita el que está escasos diez metros de mí.
-La marea está bajando, ya no hay olas!
-Ok, pero nos quedamos un poco para darnos un baño ¿no?
-No, nosotros nos vamos, por la tarde volvemos ¿vienes?
-Venga esperadme.
Y sale corriendo, tabla en mano, esta buenísimo y además hace surf ¿que más se puede decir? Ésta tarde vuelvo, éstos monumentos no me lo pierdo por nada. Haber que hora es...¡Dos menos cinco! Madre mía me tendré que dar un spring para llegar pronto a casa o si no se me olvida el espectáculo de esta tarde y por lo menos me olvido un poco del estúpido de Alex!
-----------------------------------------------------------------------------------------
Ya sé que hace mucho que no escribo pero esque no tengo tiempo y el que tengo lo ultilizo para salir descansar y disfrutar con la familia. Ya sé también que el capítulo el muy corto pero no os preocupéis tengo el siguiente y sí Adri es un nuevo personaje de esta historia (:

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cápitulo 6. Como diga la señorita.

Nada más salir del restaurante, noté una corriente de aire y, a pesar de ser verano hacía un poco de frío; tendría que ser por la falda que llevaba. Iba caminando por las calles, sin un rumbo fijo y de repente oigo que me silban, lo único que espero es que no sea uno de los idiotas desalmados esos, que lo único que quieren es violarte a la primera. Por favor no.
-Oye guapa-.Gritó. Lo único que quise hacer es dar media vuelta y correr, pero no supe reaccionar y en décimas de segundo tenía a ese baboso delante mía. -¿No quieres pasar un buen momento?
-Contigo nunca, déjame.
-Eso quien lo dice, ¿tú?
-Para Mario-. Dijo una voz a lo lejos. No me lo puede creer, era Alex.
-¿Por qué?¿Si quieres la compartimos?
-¿Qué dices?, déjala.
-¿Por qué?, ni que te perteneciera.
-Porque...porque...es mi novia.
-Qu-e-e?- Pregunté por lo bajo.
-Ah, con que ésta monada es tu novia deberías haberlo dicho antes. Qué es, ¿otro de tus ligues?-. Otros de sus ligues, ¿cuántos debe de haber tenido?.
-Sí ya ves, otra.-Entonces, Carmen es sólo otra, eso me alegra.- Bueno, nos vamos, tenemos que ir a cenar, adiós.
-Adiós, Alex -. Andábamos por la acera camino al restaurante.
-¿Oye de que conocías a ese tipo?- Pregunté con curiosidad.
-Íbamos de pequeños juntos y también veranea aquí.- Dijo secante.
-Y...¿que hacías por aquí?, o sea, deberías de estar con tu novia.
-Ya, pero me preocupó que te fueras a estas horas sola por la calle, ya ves lo que te ha pasado. Y Carmen no es mi novia sólo es un lio.
-Pero, si es solo un lio, ¿por qué viene a esta cena?.
-Mis padres dijeron que la invitara, no tuve opción.
-Bueno, se te veía muy disgustado en la cena.- Dije irónicamente.
-Carmen es así, muy impulsiva, pero como he dicho antes es solo un rollo ¿vale? nada más.
-Vale, vale, no hace falta que te disculpes, tampoco es que me importe.
-Ya, se te ha notado al tirarle la copa en el vestido, estabas muy relajada.- Dijo sonriendo; contraatacó irónicamente, cabrón.
-Eso es... porque... no es de buena educación ir provocando.
-No hace falta que te disculpes, ¿no?-. De repente se paró y se puso justamente en frente mía.- Haber Valen, ya se que te gusto-.Dijo serio.
-¿Pero que dices?-. Dije sin poder mirarle a los ojos, aunque me fuera imposible ya que estaba a escasos centímetros.
-No finjas.
-Es mejor que te vayas con tu novia.
-Venga, tu podrías ser la siguiente, ya sabes.- Dijo atrayéndome a él.
-Vete con tu novia.
-Venga.- Estaba a milésimas de segundos de que nuestros labios se rozaran.
-Que-te-vayas.-Interrumpí antes de que sucediera lo que deseaba con todas mis fuerzas.
-Como diga la señorita.- Hice lo mejor no podía dejarme llevar como''otra''.Se apartó y se fue, dejándome sola. Y en aquel momento mi móvil empezó a sonar.
-Papá... Estoy en la calle Alberto Carrel... Sí la de la tienda de ropa... 2 minutos... Venga vale adiós... Que si, que no me muevo de aquí, adiós.

Capítulo 5. No mezcles una copa de vino, con una Barbie y un Quen.

-Claudia, ¿estamos esperando a alguien más?, es que la silla que hay al lado de tu hijo esta libre.
-Pues la verdad es que falta la novia de Alex que ha ido al baño. Sólo oír eso, se me puso la cara blanca y él lo notó.
-Oye Valen, que te pasa-. Me preguntó en tono amable con esos ojos que me encantaban.
-¿Qué? Amí, a-a-mi nada, estoy perfectamente-. Fingí. Nosé porque pero noté como si una punzada me diera en todo el costado.
-Bueno, si tu lo dices.-Respondió. Y como si de una película se tratase, vino ella; con un vestido rojo hasta un poco más bajo del culo, los labios también rojo pasión y el pelo rubio hasta la cadera; en definitiva una Barbie de las caras. Me quedé embobada inspeccionándola.
-Oye...Eooo...
-¿Qué-qué?-. Dije desconcertada-. Te presento a mi novia Carmen.
-Ah, encantada, yo soy Valentina, pero llámame Valen.- Me dio dos besos y se sentó al lado de Alex.
-Bueno, y ¿cuántos años tienes?
-Yo, 13 años y ¿tu?
-16 y medio, como Alex.- Sonrió. Debe de estar pensando ''vaya criaja de 13''.
-Bueno ¿y que vais a pedir?- Pregunté para cambiar de tema.
-No sé, no es que tenga muy buena pinta la carta, pero por ahora pediré un poco de vino tinto-. Respondió Alex.
-Yo creo que lo mismo, no veo muy buen resultado la carta-.Dijo ella, ¿Vino tinto, por favor quien se puede beber eso.-¿Y tú?
-Yo, un poco de agua, es que no me sienta bien el vino en la cena-. Respondí escabullendome de tener que quedar mal.Nos trajeron las bebidas y un poco de queso con jamón; como en todos los restaurantes para entrante.


Todavía no comprendo por que estuvo Alex esta mañana haciéndome crear ilusiones, si él tiene novia; de verdad; lo odio. Pero lo que tengo que ver no es que sea de mi agrado, ésta tal Carmen no para en toda la cena de darse arrumacos y besos con Alex; yo tengo unos límites pero no tiempo suficiente para poder controlarlos. Y mi paciencia se ha esfumado, cuando una de las piernas de Carmen han dado contra las mías, ¿intenta darme envidia o es que se ha equivocado pensando que era la pierna de Alex? No, ahora me mira maliciosamente, su mirada es como si gritara ''muérete de envidia, zorra''. En ese mismo instante, hice como si fuera a coger un trozo de queso y empujé rápidamente la copa de vino de Carmen hacia su vestido.
-¡Ahhhhh! ¿¡Pero que haces!?- Gritó histérica.
-¡Upsss! Perdón, ha sido sin querer.
-¿¡Sin querer!? ¿Te he visto como te acercabas y empujabas la copa, niñata!
-Nadie lo diría se notaba que estabas muy entretenida metiéndole mano a tu novio.
-¡Envidiosa!-
-¡Guarra!-.Y dicho eso, salí del restaurante.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Capítulo 4. Silla libre, gran problema.

Llegué a casa y fui rápidamente a la cocina donde estaba mi madre.
-Mamá, ¿tengo que ir?
-¿A la cena? Claro cariño, esa mujer cuidó de ti cuando eras pequeña como si fuera su propia hija, lo menos que podemos hacer es presentarnos a una cena, ¿no crees?
-Ya lo sé mamá, pero es que no quiero ir, sabes que no me gusta eso de cenas en restaurantes caros como el Mc'Angelo.
-Ya sé que no te gusta, pero irás quieras o no, asique vistete que siempre eres la útima en estar lista y no podemos llegar tarde.
-Vale mamá, pero que conste que será la peor noche de  mi vida-. Y dicho esto me fui a mi habitación y cerré de un portazo la puerta. Eran las 7 de la tarde y habíamos quedado a las 9 con la familia de Alex, asique debía estar a las menos cuarto preparada para poder estar puntual en el restaurante. Me duché y me puse a buscar algo en mi armario. Diga lo que diga mi madre, no tengo ropa.
-¡Mamáaa!-grité.
-¿¡Qué quieres!?-gritó.
-Tenemos que ir a comprar ropa, ¡no tengo nada que ponerme!
-No digas eso, a ver -.Gritó viniendo hacia mi habitación. Sacó algunas cosas del armario.- ¿Y esto?
-Mamá, no tengo nueve años, ahora vestidos con lacitos y pompones, no se lleva. Gracias por tu ayuda, pero ya veré otra cosa.- Diciendo eso, cerré la puerta a mi madre dejándola a ella fuera y me tiré a la cama.


Estaba cansada no habia dormido a penas, me había acostado muy tarde y hoy tendría que quedarme hasta las una o así, mis padres se largan mucho con las cenas; menos mal que viene mi hermano no soportaria ni un segundo estar sentada al lado del mamón de Alex toda una noche.
Después de pensar mucho tiempo; me pongo una falda de flores con una básica blanca por dentro, unas sandalias blancas y una cinta de flores en el pelo a juego con la falda.
Me pongo un poco en el tuenti hasta que mi madre me avisa para que vaya al coche.
-Mamá, ¿y Lucas?
-Tu hermano ha salido con unos amigos, no va a venir.
-¿Y yo tengo que ir ? Esto es injusto.
-Venga calla que tu padre tiene el coche en marcha.
Voy a regañadientes hacia el coche y me monto ¿por qué tengo que ir?. Desearía tener dieciocho años así podría saltarme todas las cenas que quisiera y podría comprar ropa cuando quisiera.


Después de dar miles de vueltas con el coche para encontrar aparcamiento, aparcamos a cinco manzanas del restaurante. Entramos y nos encontramos esperando en una mesa alejada a Claudia, su marido y Alex. Los saludamos y nos sentamos. Justamente tengo que sentarme en frente de Alex, lo poco que lo conozco y lo mal que me cae.  Me doy cuenta que al lado suya hay una silla sin ocupar, pensaba que él era hijo único.
-Oye, ¿porque hay una silla libre, falta alguien?- le pregunto a mi madre por lo bajo.
-No sé hija, espera.
-Claudia, estamos esperando a alguien más, es que la silla que hay al lado de tu hijo esta libre.
-Pues la verdad es que...


________________________________________________________________


Ya sé que habréis visto esta entrada y os habréis extrañado, pero si, lo vuelvo a abrir. Sólo quiero deciros que me encanta hacer la historia y que tengo ideas, no publicaré muy a menudo pero lo intentaré así que que no os extrañe que me pase una semana sin publicar; lo bueno se hace esperar, pero yo espero no haceros esperar tanto tiempo. Muchas gracias.