domingo, 9 de octubre de 2011

Capitulo 3. Espero verte esta noche.

Me aparté rápidamente de él, y vi por el rabillo del ojo que mi madre y Claudia intercambiamban miradas complices y risitas, lo cuál me ponia nerviosa.


-¡¿De qué os reís eh?- dije enfadada.
-De nada, de nada hija... Bueno,- dijo mi madre para romper el hielo en esta situación tan incomoda.- os quedais a comer, ¿no?
-Lo siento María.-(a si se llama mi madre).- pero no vamos a poder, me acaba de llamar mi marido y dice que va a tardar todavía mucho, y no está la cosa como para esperarle una hora o más asique, si quieres podemos quedar para cenar, ¿te viene bien?
-Vale estupedo, pero yo invito, podemos ir al restaurante Mc'Angelo, si os parece bien.
-Vale, pues quedamos a las 9 allí, adiós.


Después de darles dos besos a cada uno y de que se fueran, nos pusimos a comer mi madre y yo. Caundo terminé fui a mi habitación, y me puse a escuhar música hasta las 5 que me puse el bikini y me fui a la playa.
Cuando llegué, puse mi toalla en la arena, hoy hacía mucho calor, por lo que cogí mi colchoneta y rápidamente fui al mar.
Ya allí, me coloqué boca arriba, en la colchoneta, con mis gafas de sol nuevas. Me encontraba tan bien, el sonido de las olas golpeando las rocas, las gaviotas, el sonido del mar...Pero todo ese silencio, se rompió al instante, cuandos sentí que algo me tiró de la colchoneta, al mar. Rapidamente subí a la superficie, no me lo podía creer, era el tontolaba de esta mañana, le mire seria y enfadada, con ganas de explotar, pero él seguía con esa estúpida sonrisa de siempre.


-¡¿Quién te crees que eres para tirarme?!- grité enfadada.
- Primero relaja los humos.- dijo con tono tranquilo.
-¡¿Qué me relaje?!- Dije sin entender nada.- ¿¡Eres imbécil!?
-Eh!Sin insultar! Que yo no to he faltado le respeto.
-¡Pero si me acabas de tirar de una colchoneta al mar, con mis gafas nuevas y tú tan tranquilo!¿¡ Y por cierto y mis gafas?!-. Cuando me pude dar cuenta, vi mis gafas hundidas en el mar, a lo lejos...-. Eran nuevas...-. dije en un susurro.
-Tampoco te habrán costado tanto... No exageres.
-¡¿Que ''tampoco me habrán costado tanto''? 70 euros, 70 euros ahorrados en mis gafas que ahora están hundidas en el mar...!
-Lo-losiento mucho...- dijo con tono triste.
-No lo sientas ya no se puede hacer nada. Gracias por nada  y dejame en paz. Espero no verte en estos 2 meses que voy a estar aquí.
-Pues no creo que puedas perderme de vista tan facilmente, acuerdate, que detro de exactamente..- miró su reloj-. de unas 2 horas ,10 minutos y 9 segundos ha quedado mi familia y la tuya para cenar asique tendremos que volver a vernos la caras.
Es verdad, se me olvidaba, vaya mierda...
-Intentaré ponerle alguna excusa a mi madre no te preocupes, estoy segurísima de que no te voy a ver en mucho tiempo. Adios.


Y tirando de mi colcheta me alejo de alli, pero no pude evitar darme la vuelta, algo me obligaba a hacerlo. Justo cuando me di la vuelta, me encontré de cara con él. Estábamos muy cerca, más que esta mañana. Podía sentir su respiración, acelerada, pero al mismo tiempo y compás. Le miré a los ojos, aquellos ojos marrones, tenían algo especial como un brillo. pero rápidamente volví a tierra.


-Me tengo que ir, llego...tarde.- Es lo único que pude decir en un pequeño hilo de voz.
Me aparté y fui lo más rápido posible a la arena. Cogí mi bolsa y mi toalla y sin secarme siquiera me fui, pero antes de salir de la arena de la playa y pisar el suelo caliente de la acera, noté que me llamaba.
Valen!- gritó desde la orilla.
-¿Qué?- dije estrañada.
-Espero verte esta noche.- dijo con una sonrisa.
Cuando me dijo eso me di la vuelta y me dispuse a caminar dejando la playa atrás.Sin darme cuenta, una pequeña sonrisa se dibujó en cara.