domingo, 25 de septiembre de 2011

Capitulo 2. Visita inesperada.

Puff, por fin he llegado a la casa, no es que sea muy grande pero lo sufiente para tener mi espacio. Mi habitación era un poco pequeña, pero muy acogedora. Coloco todas las cosas, me pongo el pijama y me voy a ver la tele hasta que me duermo.

Al dia siguiente me despierto a las 12, buena hora para mi, en un dia de vacaciones. Desayuno, me lavo los dientes y me pongo el bikini para ir a la piscina comunitaria.

Llego y coloco la toalla y la bolsa en una hamaca libre y me dirigo directamente a la ducha. El agua esta helada, espero que la de la piscina no esté igual. Me lanzo de golpe sin pensarmelo dos veces, el agua no estaba tan fria pero bueno no era una terma, me pongo a nadar un poco y depues me apoyo sobre el bordillo a pensar un poco. Otros años habia menos gente pero ahora hay más, será porque estamos en una buena zona, bueno no sé.

Me pongo a observar un poco a la gente haber si hay alguien de mi edad. Nada, ni una, son todos viejos, o parejas jovenes con niños pequeños. Miro el reloj, las 2, como se pasa el tiempo, salgo de la piscina y me pongo a tomar el sol, aunque estoy morena pero bueno nunca sienta mal tomar un poco de sol ¿no?

A las 2 y media subo a casa , en el portal me encunetro a mi hermano.
-¿A donde vas?
-¿Y a ti que te importa?- me dice en tono burlón.
-Yo he preguntado antes asique responde.- le digo.
-Me voy con unos amigos a comer.
-Vale, adiós.
-Adiós, tonta.
-Imbécil...

Desde hace un año mi hermano ya tiene amigos aunque son muy tontos pero tiene y yo no, asique espero conocer este año a alguien. Subo a casa, la mesa ya está puesta que raro.
-¡Mamá, ya estoy aqui!
-Por fin cariño, mira, tenemos invitados. Te acuerdas de Claudia, era tu cuidadora de pequeña hasta los 4 años. Se tuvo que ir porque debia de encargarse de su hijo Alex que tiene un año más que tú, que por cierto....nose donde está...
Derepente escuchamos un fuerte golpe que viene del salón. Corremos haca allí y veo a un chico moreno, un poco más alto que yo, tirado en el suelo con una mano en la frente.
-¿Pero qué te a pasado?-.pregunta Claudia.
-Nada... iba a  la cocina... no he visto el sofá.... y he tropezado...
Sin quererlo me sale un pequeña sonrisa y después, seguida de una carcajada. No pude evitarlo, era cotagioso, verlo a él tirado en el suelo, mirandome con cara rara por reirme de él...
-¡Valentina, quieres parar de reirte y ayudar al pobre chico!- me ordena mi madre un poco enfadada.
-Vale mamá.
Le tiendo la mano y tiro de él con fuerza de ella, cuando se pone de pie, me fijo más detenidamente en él, tiene el pelo castaño, unos ojos marrones, brillantes y atentos, y una nariz pequeña, es guapísimo. Cuando me puedo dar cuenta noto que estoy a unos centimetros de separación de él, era una sensación incomoda, asique me aparté rapidamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario